lunes, abril 13, 2009
Después de tres años volviste a preguntar:
-¿Lo extrañas?
Aún hoy. Cada día.
Otro adios a mi gran mago.
Foto: alviento.cuatrovientos
lunes, diciembre 08, 2008
Lo observo frente a mí. Observo cómo me mira analizando cada gesto, cada movimiento, como si intentara leer mi mente a través de ellos. Pero yo solo lo observo. Y él espera una palabra mientras yo decido guardar silencio.
Recuerdo cuando nos encontramos aquella mañana. Compartíamos todo excepto silencios. Y hoy solo estos nos unen, la falta de valor para poner en palabras lo que mis sentimientos nos dicen a gritos desde meses.
Le ofrezco café mientras me levanto en huida, pero con un "No, te agradezco" me ata nuevamente a sus esperanzas. Me toma de la mano mientras me llena de palabras que alguna vez tuvieron sentido y hoy solo son eso, palabras.
-Te amo.- me susurra.
Y en lugar de acercarnos nos aleja. Intento encontrar una respuesta pero reacciono con una sonrisa encubierta, esperando que sea suficiente. Y ciertamente lo es. Mis silencios son su esperanza y, de alguna manera, también la mía.
Me levanto observando mi reloj, justificando mi salida. Y él solo continua mirándome en señal de aprobación. Recojo mis cosas y beso su mejilla rogando que alcance como despedida. Pero acaricia mi cabello en busca de una reacción o un reflejo.
Y es entonces cuando vuelvo a caer en sus brazos. Lo abrazo y me escondo en ellos, en aquel lugar que aun sigue siendo nuestro. Donde ayer guardaba alegrías y hoy oculto lágrimas que ninguno quiere ver. Pero allí somos nosotros, no hay velos ni disfraces.
En sus brazos solo somos nosotros mismos...
Y lo dejo solo con mis silencios, sintiendo que hoy estamos aun más lejos.
domingo, diciembre 30, 2007
“Y luego aquella flores fueron secándose y cayendo, las hojas empezaron a dorarse y a ser arrastradas por los primeros vientos del otoño”
Ernesto Sábato
Un buen tiempo ausente, con tanto por decir y tan pocas palabras.Pensé que el otoño sería interminable, pero al abrir mis ojos me encontré en primavera. Curioso ¿no?
Foto: lapsusdememoria
Ernesto Sábato
Un buen tiempo ausente, con tanto por decir y tan pocas palabras.Pensé que el otoño sería interminable, pero al abrir mis ojos me encontré en primavera. Curioso ¿no?
Foto: lapsusdememoria
sábado, marzo 10, 2007
“Conocer el amor de los que amamos es el fuego que alimenta la vida.” Pablo Neruda.
Hoy perdí a la persona que más me lo ha demostrado. Tal vez quien más me ha amado.
Hoy pude percibir el temor que esto me inspira. Pues ha pesar de la compañía, me he sentido muy sola.
He sentido como mi vida se desmorona en partes. He derramado tantas lágrimas que la sonrisa parece perdida desde siempre.
Hoy no puedo aceptar su pérdida. Aún no estoy preparada para esto. Y siento unas ganas terribles de dejarme callar por el silencio. Pero continúo escuchando, continúo sintiendo como la tristeza se aferra cada mañana. Como, a pesar de mis intentos, el tiempo continúa, mientras observo al mundo pasar a mi lado.
Hoy intento retomar mi vida. Ya no por mí, sino por él. Por sus deseos, por todo lo que me ha dado. Esperando que sepa cuanto lo extraño, cuanto lo quise y continuaré queriendo.
Hoy temo que mi corazón lo haya decepcionado, que mis acciones no fueran suficientes, que se haya sentido abandonado. Temo, temo… Temo tantas cosas.
Pero sólo espero que mañana, cuando levante mi mirada, mi abuelo aún me recuerde con su sonrisa que, en otros tiempos, lograba llenar mi vida.
Hoy pude percibir el temor que esto me inspira. Pues ha pesar de la compañía, me he sentido muy sola.
He sentido como mi vida se desmorona en partes. He derramado tantas lágrimas que la sonrisa parece perdida desde siempre.
Hoy no puedo aceptar su pérdida. Aún no estoy preparada para esto. Y siento unas ganas terribles de dejarme callar por el silencio. Pero continúo escuchando, continúo sintiendo como la tristeza se aferra cada mañana. Como, a pesar de mis intentos, el tiempo continúa, mientras observo al mundo pasar a mi lado.
Hoy intento retomar mi vida. Ya no por mí, sino por él. Por sus deseos, por todo lo que me ha dado. Esperando que sepa cuanto lo extraño, cuanto lo quise y continuaré queriendo.
Hoy temo que mi corazón lo haya decepcionado, que mis acciones no fueran suficientes, que se haya sentido abandonado. Temo, temo… Temo tantas cosas.
Pero sólo espero que mañana, cuando levante mi mirada, mi abuelo aún me recuerde con su sonrisa que, en otros tiempos, lograba llenar mi vida.
lunes, febrero 19, 2007
Deseo poder cerrar los ojos sin temer tu perdida.
Deseo descansar sin sentir tus miedos.
Deseo descansar sin sentir tus miedos.
No logro conciliar el sueño teniéndote tan cerca y sintiéndote tan lejos. Veo correr los días en aquel banco, en aquella vida, como esporádicos momentos consecuentes de un fortuito desentendido.
Siento como tu silencio calla mis palabras y penetra mis pensamientos, susurrándome que no debo temer, que no debo sufrir, mientras fijas tus ojos en señal de despedida.
E intento aferrarme a cada suspiro, a cada gesto, manteniéndolo inalterable en mi memoria mientras le ruego al tiempo que tampoco me quite eso.
Y contengo mis lágrimas para no borrar tu sonrisa, para que nuestra despedida sea memorable. Y ahogo mis angustias temiendo que el tiempo arrebate tus segundos, también míos. Sospechando que, entonces, no evitaré caer en aquellas aguas, tan turbias, que la esperanza logrará abandonarme y tu recuerdo no logrará aferrarme.
Siento como tu silencio calla mis palabras y penetra mis pensamientos, susurrándome que no debo temer, que no debo sufrir, mientras fijas tus ojos en señal de despedida.
E intento aferrarme a cada suspiro, a cada gesto, manteniéndolo inalterable en mi memoria mientras le ruego al tiempo que tampoco me quite eso.
Y contengo mis lágrimas para no borrar tu sonrisa, para que nuestra despedida sea memorable. Y ahogo mis angustias temiendo que el tiempo arrebate tus segundos, también míos. Sospechando que, entonces, no evitaré caer en aquellas aguas, tan turbias, que la esperanza logrará abandonarme y tu recuerdo no logrará aferrarme.
Foto: lapsusdememoria
martes, febrero 06, 2007
“Quiero que seas feliz, sólo eso.”
Y me llenaste de recuerdos, al tiempo que me devolvías la sonrisa que imprudentemente había cedido. Cientos de momentos agradables que, uno tras otro, me sumergían en la eternidad de ese instante.
Y como en un sueño, los recuerdos se desvanecieron para dejar esa agradable nostalgia que embriaga la esperanza y ahoga la aflicción, ignorando que en ese momento lo habías logrado.
Y me llenaste de recuerdos, al tiempo que me devolvías la sonrisa que imprudentemente había cedido. Cientos de momentos agradables que, uno tras otro, me sumergían en la eternidad de ese instante.
Y como en un sueño, los recuerdos se desvanecieron para dejar esa agradable nostalgia que embriaga la esperanza y ahoga la aflicción, ignorando que en ese momento lo habías logrado.
domingo, enero 28, 2007
Buscaste en todos lados un motivo para vivir. Buscaste en el pasado y el presente, intentando encontrar un detalle que pudiera haber cambiado tu vida, y encontraste miles. Observaste cuan camino se bifurcó de tu destino. Cientos de diferentes resultados. Todos distintos, todos iguales.
Caminaste entre lágrimas que la lluvia confundió por tuyas, buscando un cambio, alguna salida. Y continuaste sonriendo entre amargas noches y largos días. Mirando hacia adelante, entre lágrimas y sonrisas, intentando sujetar la vida y contentar la muerte.
Ayer me preguntaste: “¿Qué has hecho para pagar tu derecho a vivir?”
Hoy entre sonrisas te respondo: “Sólo vivo”,
con la seguridad de que en mi interior me preguntaré si alcanza.
Foto: Budross Mardini
martes, enero 02, 2007
"Si el sueño fuera (como dicen) una
tregua, un puro reposo de la mente,
¿por qué, si te despiertan bruscamente,
sientes que te han robado una fortuna?"
Jorge Luis Borges.
Estos últimos días me he sentido sumamente feliz. Tanto, que a pesar de saber que los días de ensueño llegan a su fin, no lograría evitar mi sonrisa. Pues hoy quiero seguir soñando, quiero mantener mis ojos cerrados y mi mente inquieta. Quiero que mi sueño siga siendo mi tesoro.
Hoy, simplemente, no quiero despertar…
tregua, un puro reposo de la mente,
¿por qué, si te despiertan bruscamente,
sientes que te han robado una fortuna?"
Jorge Luis Borges.
Estos últimos días me he sentido sumamente feliz. Tanto, que a pesar de saber que los días de ensueño llegan a su fin, no lograría evitar mi sonrisa. Pues hoy quiero seguir soñando, quiero mantener mis ojos cerrados y mi mente inquieta. Quiero que mi sueño siga siendo mi tesoro.
Hoy, simplemente, no quiero despertar…
viernes, diciembre 29, 2006
"Perderse en los sueños
para navegar en el corazón iluminado de la noche.
Unirse a su aparente silencio
para escuchar los susurros de la vida oculta y vibrante de armonía.
Fundirse en su intimidad para abrir el corazón a la quietud.
Detener el curso de los pensamientos
para acoger el dulce desconcierto del presente instante que goza en la eternidad." Tiziana Mattera
Solo por esta noche, dejaré que me susurre sus secretos. Pues, esta noche, soy inmensamente feliz :).
para navegar en el corazón iluminado de la noche.
Unirse a su aparente silencio
para escuchar los susurros de la vida oculta y vibrante de armonía.
Fundirse en su intimidad para abrir el corazón a la quietud.
Detener el curso de los pensamientos
para acoger el dulce desconcierto del presente instante que goza en la eternidad." Tiziana Mattera
Solo por esta noche, dejaré que me susurre sus secretos. Pues, esta noche, soy inmensamente feliz :).
sábado, diciembre 23, 2006
Este año...
Desearía poder decir que este año sólo trajo alegrías. Que por momentos sólo buscaba tristezas para cambiar con la rutina. Desearía… pasé el año deseando y esperando. Buscando explicaciones a cada desilusión. Inútilmente.
Y con las últimas hojas del calendario, como es habitual en mí, volvieron los recuerdos con sonrisas llenas de nostalgia.
Y detrás de esos largos momentos de angustia llegaron las palabras de consuelo, las innumerables caritas llenas de sonrisas, los puñaditos de flores, tan presentes que aún puedo sentir su aroma. Aquellos abrazos que no fueron necesarios pedirlos, y sin duda serán el comienzo de algún incontrolable cariño.
Aún puedo sentir los dulces besos que mi abuela dejaba caer junto a la noche, acompañados de algunas suaves palabras al oído. O la emoción que despertaba en mi corazón el olorcito a turrón en la mañana de navidad. La mesa dulce llena de sabores y la imponente fragancia del melón en épocas de fiesta.
Puedo oír las alegres canciones de mis amigos cada fin de año y recordar la emoción que sentía al cantar junto a ellos. Los mate cocidos, las reuniones hasta altas horas de la noche. Y aún hoy puedo sonreír cada vez que recuerdo la cara de felicidad de mis primitos cuando abrían sus regalos.
Este año me toco vivir cosas difíciles. En el trabajo, en los estudios, en la vida. Cosas que por momentos me hicieron entender que nada suele ser justo, que las cosas pasan porque así deben ser, sin razón, sin explicación. En esos momentos cerraba los ojos y sólo deseaba que todo retomara su curso. Pero al abrirlos seguía igual, y me alegra saberlo;).
Este año me volví más fuerte, más distante. Aprendí a fijarme menos en los otros y disfrutar un poco más de mí misma. Me volví más selectiva y menos paciente. Aprendí a decir no, a esforzarme el doble por lo que quiero. Entendí que no siempre es bueno abrirse a las personas y que muchas veces es necesario mantener esa dura barrera que nos separa de ellas.
Pero también aprendí que las palabras y la dulzura son indispensables en nuestras vidas. Que en muchas ocasiones un abrazo o un beso puede ser la solución para un corazoncito olvidado. Que nuestros deseos no siempre son lo que necesitamos, y que muchas veces enseñamos más con la comprensión que con el ejemplo.
Ahora, cada vez que los problemas parezcan superarme, sólo voy a recordar que en algún momento los días fueron más fáciles. Aún voy a cerrar los ojos, pero no para desear que todo sea mejor, sino para recordar los incontables momentos que llenaron de alegría mi vida. Para darles un espacio a todas esas personitas importantes que aún se hacen escuchar y querer.
Todos tenemos buenos momentos para recordar, aún cuando las cosas parezcan superarnos y nuestras risas no sean más que un abrazo perdido en el tiempo . Aún en esos momentos de desesperación, hay recuerdos esperando a nuestro encuentro, con la única intención de robarnos una sonrisa.
Estas fiestas no voy a pedir deseos, no voy a buscar un cometa en cada arbolito, ni a mirar las estrellas esperando que alguien también las contemple. Estas fiestas sólo voy a disfrutar lo que tenga, lo que se presente. Y cómo no, regalarles una gran sonrisa.
¡Felices fiestas a todos! Y no olviden disfrutarlas :).
Desearía poder decir que este año sólo trajo alegrías. Que por momentos sólo buscaba tristezas para cambiar con la rutina. Desearía… pasé el año deseando y esperando. Buscando explicaciones a cada desilusión. Inútilmente.
Y con las últimas hojas del calendario, como es habitual en mí, volvieron los recuerdos con sonrisas llenas de nostalgia.
Y detrás de esos largos momentos de angustia llegaron las palabras de consuelo, las innumerables caritas llenas de sonrisas, los puñaditos de flores, tan presentes que aún puedo sentir su aroma. Aquellos abrazos que no fueron necesarios pedirlos, y sin duda serán el comienzo de algún incontrolable cariño.
Aún puedo sentir los dulces besos que mi abuela dejaba caer junto a la noche, acompañados de algunas suaves palabras al oído. O la emoción que despertaba en mi corazón el olorcito a turrón en la mañana de navidad. La mesa dulce llena de sabores y la imponente fragancia del melón en épocas de fiesta.
Puedo oír las alegres canciones de mis amigos cada fin de año y recordar la emoción que sentía al cantar junto a ellos. Los mate cocidos, las reuniones hasta altas horas de la noche. Y aún hoy puedo sonreír cada vez que recuerdo la cara de felicidad de mis primitos cuando abrían sus regalos.
Este año me toco vivir cosas difíciles. En el trabajo, en los estudios, en la vida. Cosas que por momentos me hicieron entender que nada suele ser justo, que las cosas pasan porque así deben ser, sin razón, sin explicación. En esos momentos cerraba los ojos y sólo deseaba que todo retomara su curso. Pero al abrirlos seguía igual, y me alegra saberlo;).
Este año me volví más fuerte, más distante. Aprendí a fijarme menos en los otros y disfrutar un poco más de mí misma. Me volví más selectiva y menos paciente. Aprendí a decir no, a esforzarme el doble por lo que quiero. Entendí que no siempre es bueno abrirse a las personas y que muchas veces es necesario mantener esa dura barrera que nos separa de ellas.
Pero también aprendí que las palabras y la dulzura son indispensables en nuestras vidas. Que en muchas ocasiones un abrazo o un beso puede ser la solución para un corazoncito olvidado. Que nuestros deseos no siempre son lo que necesitamos, y que muchas veces enseñamos más con la comprensión que con el ejemplo.
Ahora, cada vez que los problemas parezcan superarme, sólo voy a recordar que en algún momento los días fueron más fáciles. Aún voy a cerrar los ojos, pero no para desear que todo sea mejor, sino para recordar los incontables momentos que llenaron de alegría mi vida. Para darles un espacio a todas esas personitas importantes que aún se hacen escuchar y querer.
Todos tenemos buenos momentos para recordar, aún cuando las cosas parezcan superarnos y nuestras risas no sean más que un abrazo perdido en el tiempo . Aún en esos momentos de desesperación, hay recuerdos esperando a nuestro encuentro, con la única intención de robarnos una sonrisa.
Estas fiestas no voy a pedir deseos, no voy a buscar un cometa en cada arbolito, ni a mirar las estrellas esperando que alguien también las contemple. Estas fiestas sólo voy a disfrutar lo que tenga, lo que se presente. Y cómo no, regalarles una gran sonrisa.
¡Felices fiestas a todos! Y no olviden disfrutarlas :).
sábado, diciembre 16, 2006
"El libro de las preguntas" de Neruda. Recuerdo haber perdido varias sonrisas entre sus páginas. Un sin número de preguntas. Algunas llenas de dulzura, otras de sarcasmo, pero sin duda, todas sumamente curiosas.
Hoy seleccioné algunas de ellas...
"¿Las lágrimas que no se lloran esperan en pequeños lagos? O serán ríos invisibles que corren hacia la tristeza?"
"¿Verdad que es ancha la tristeza, delgada la melancolía?"
"¿Es verdad que las esperanzas deben regarse con rocío?"
"¿Porqué se suicidan las hojas cuando se sienten amarillas?"
"¿No se ha incendiado la pradera con las luciérnagas salvajes?"
"¿Por qué los árboles esconden el esplendor de sus raíces?"
"¿Sufre más el que espera siempre, que aquel que nunca espero a nadie?"
"¿Porqué en épocas oscuras se escribe con tinta invisible?"
"¿No te engañó la primavera con besos que no florecieron?"
"¿Has pensado de qué color es el Abril de los enfermos?"
"¿Dónde termina el arco iris, en tu alma o en el horizonte?"
y, como no, otras no tan suyas...
¿Son las estrellas las etereas lágrimas de la luna?
¿Serán las mariposas pequeños rayos de arco iris?
¿Es la mirada el disfraz de los sentimientos?
Las palabras que no se dicen, ¿Gritan tristes en el silencio?
¿Quién dirige el coro chicharras en las noches de verano?
¿Porqué existe el girasol y no existe el giraluna?
Espero que les saque más de una sonrisa!
Hoy seleccioné algunas de ellas...
"¿Las lágrimas que no se lloran esperan en pequeños lagos? O serán ríos invisibles que corren hacia la tristeza?"
"¿Verdad que es ancha la tristeza, delgada la melancolía?"
"¿Es verdad que las esperanzas deben regarse con rocío?"
"¿Porqué se suicidan las hojas cuando se sienten amarillas?"
"¿No se ha incendiado la pradera con las luciérnagas salvajes?"
"¿Por qué los árboles esconden el esplendor de sus raíces?"
"¿Sufre más el que espera siempre, que aquel que nunca espero a nadie?"
"¿Porqué en épocas oscuras se escribe con tinta invisible?"
"¿No te engañó la primavera con besos que no florecieron?"
"¿Has pensado de qué color es el Abril de los enfermos?"
"¿Dónde termina el arco iris, en tu alma o en el horizonte?"
y, como no, otras no tan suyas...
¿Son las estrellas las etereas lágrimas de la luna?
¿Serán las mariposas pequeños rayos de arco iris?
¿Es la mirada el disfraz de los sentimientos?
Las palabras que no se dicen, ¿Gritan tristes en el silencio?
¿Quién dirige el coro chicharras en las noches de verano?
¿Porqué existe el girasol y no existe el giraluna?
Espero que les saque más de una sonrisa!
martes, diciembre 12, 2006
“Un error es tanto más peligroso cuanta más cantidad de verdad contenga.” Henry F. Amiel.
Casi cometo un gran error hoy. No me alcanzarían los años para remediar el daño que habría ocasionado. Afortunadamente, desperté antes de encontrar la locura, o de que ella me encontrara a mí :).
En ocasiones, algunas verdades nos seducen tanto, que nos cegamos ante lo que creemos correcto. Y nos olvidamos de que algunas emociones necesitan tiempo para poder ser asimiladas. Para madurar. Tiempo que debemos dejar pasar para reencontrar la tranquilidad.
Y sólo entonces, estaremos en condiciones de tomar nuestras decisiones, con desatino o no. Sólo entonces, podremos sonreír a los problemas con la seguridad de que hallaremos una solución.
Afortunadamente, el tiempo me hizo esperar, pues en toda mi vida no podría saber el daño que habría ocasionado.
Casi cometo un gran error hoy. No me alcanzarían los años para remediar el daño que habría ocasionado. Afortunadamente, desperté antes de encontrar la locura, o de que ella me encontrara a mí :).
En ocasiones, algunas verdades nos seducen tanto, que nos cegamos ante lo que creemos correcto. Y nos olvidamos de que algunas emociones necesitan tiempo para poder ser asimiladas. Para madurar. Tiempo que debemos dejar pasar para reencontrar la tranquilidad.
Y sólo entonces, estaremos en condiciones de tomar nuestras decisiones, con desatino o no. Sólo entonces, podremos sonreír a los problemas con la seguridad de que hallaremos una solución.
Afortunadamente, el tiempo me hizo esperar, pues en toda mi vida no podría saber el daño que habría ocasionado.
sábado, diciembre 09, 2006
Hoy no me siento muy animada... el tiempo parece haberse perdido y traerme añorados recuerdos que creí haber olvidado. Y la presencia de mi abuelita se vuelve inevitable, mientras me ahoga esa mezcla de alegría y tristeza, sintiendo que mi corazón no puede extrañarla más.
Alguna vez dediqué esta carta a una amiga que lo necesitó. Hoy quiero dedicarmela y agradecerle a mi hermana por estas hermosas palabras.
" Y se nos hace imposible continuar, lo sé. Y nos pasamos las mañanas, las tardes y las noches ahogando en lágrimas nuestro corazón, sólo queremos llorar, llorar y llorar. Y maldecimos todo y no entendemos nada, y rogamos jamás haber querido como lo hicimos, pero ya es tarde, ese cariño es todo lo que somos, y a esa personita le debemos nuestro ser. Y se nos pasan las horas añorando un abrazo que antes era parte de lo cotidiano y hoy solo puede ser imaginario.
Entonces queremos regresar el tiempo atrás, pero por más que lo deseamos incansablemente, nada vuelve, de hecho, todo parece correr mucho más rápido, pasan miles de trenes y no logramos tomar tan sólo uno. Nuestros oídos se cansan de oír a las voces decir que así es la vida, y nos volvemos sordos y nos sentimos solos. ¿Cómo puede seguir el mundo si en nuestro corazón se han detenido todos los relojes, hemos extraviado todos nuestros mapas y ha huido cada uno de nuestros sueños?…
Y sentimos que ya no somos los mismos, que algo nos falta. Y buscamos la felicidad escondida pero parece que jamás podremos pronunciar “piedra libre”. Cerramos los ojos y los recuerdos no se dan por vencidos, y parece que nada puede volver a ser igual, simplemente porque esa personita era alguien muy especial.
Y sí, tenés razón, sólo vos podés sentir tanto dolor, y es cierto, no tiene sentido pelear contra él, pero quizás no tengas que pelear, quizás sólo debas dejar que permanezca allí hasta que un buen día, tus ojos acostumbrados, dejen de notar su presencia. Nadie puede impedirte que llores así como tu razón tampoco puede exigirte que te pares y continúes tu camino como si ninguna tormenta lo hubiese atravesado. Necesitás llorar y necesitás sufrir porque esa es la forma que tiene tu corazón de mostrarte cuánto lo querés, de evidenciar cuánto lo extrañás.
Simplemente porque si no estrañáramos, no valoraríamos los abrazos, ni las sonrisas, ni las miradas, ni las palabras. No recordaríamos cuán orgullosa estaba aquella personita de nosotros. Y estoy segura que lo estaba, porque te vio crecer, porque te oyó decir abuelo por primera vez, porque te vio luchar.
¿Y entonces qué?… simplemente nada. Extráñalo, querelo, regalale lágrimas, pero también sonrisas; lo importante es que esas lágrimas no sean producto de la tristeza sino del amor. Recordalo siempre, guardale todo tu corazón si así lo querés, pero no se lo niegues a las otras personitas que están al lado tuyo y tanto te quieren, no les niegues a ellos tampoco tus sonrisas y tu felicidad."
Alguna vez dediqué esta carta a una amiga que lo necesitó. Hoy quiero dedicarmela y agradecerle a mi hermana por estas hermosas palabras.
" Y se nos hace imposible continuar, lo sé. Y nos pasamos las mañanas, las tardes y las noches ahogando en lágrimas nuestro corazón, sólo queremos llorar, llorar y llorar. Y maldecimos todo y no entendemos nada, y rogamos jamás haber querido como lo hicimos, pero ya es tarde, ese cariño es todo lo que somos, y a esa personita le debemos nuestro ser. Y se nos pasan las horas añorando un abrazo que antes era parte de lo cotidiano y hoy solo puede ser imaginario.
Entonces queremos regresar el tiempo atrás, pero por más que lo deseamos incansablemente, nada vuelve, de hecho, todo parece correr mucho más rápido, pasan miles de trenes y no logramos tomar tan sólo uno. Nuestros oídos se cansan de oír a las voces decir que así es la vida, y nos volvemos sordos y nos sentimos solos. ¿Cómo puede seguir el mundo si en nuestro corazón se han detenido todos los relojes, hemos extraviado todos nuestros mapas y ha huido cada uno de nuestros sueños?…
Y sentimos que ya no somos los mismos, que algo nos falta. Y buscamos la felicidad escondida pero parece que jamás podremos pronunciar “piedra libre”. Cerramos los ojos y los recuerdos no se dan por vencidos, y parece que nada puede volver a ser igual, simplemente porque esa personita era alguien muy especial.
Y sí, tenés razón, sólo vos podés sentir tanto dolor, y es cierto, no tiene sentido pelear contra él, pero quizás no tengas que pelear, quizás sólo debas dejar que permanezca allí hasta que un buen día, tus ojos acostumbrados, dejen de notar su presencia. Nadie puede impedirte que llores así como tu razón tampoco puede exigirte que te pares y continúes tu camino como si ninguna tormenta lo hubiese atravesado. Necesitás llorar y necesitás sufrir porque esa es la forma que tiene tu corazón de mostrarte cuánto lo querés, de evidenciar cuánto lo extrañás.
Simplemente porque si no estrañáramos, no valoraríamos los abrazos, ni las sonrisas, ni las miradas, ni las palabras. No recordaríamos cuán orgullosa estaba aquella personita de nosotros. Y estoy segura que lo estaba, porque te vio crecer, porque te oyó decir abuelo por primera vez, porque te vio luchar.
¿Y entonces qué?… simplemente nada. Extráñalo, querelo, regalale lágrimas, pero también sonrisas; lo importante es que esas lágrimas no sean producto de la tristeza sino del amor. Recordalo siempre, guardale todo tu corazón si así lo querés, pero no se lo niegues a las otras personitas que están al lado tuyo y tanto te quieren, no les niegues a ellos tampoco tus sonrisas y tu felicidad."
lunes, diciembre 04, 2006
"Nadie pierde (repites vanamente) sino lo que no tiene y no ha tenido nunca, pero no basta ser valiente para aprender el arte del olvido." Jorge Luis Borges
Algunas palabras duelen tanto que logran aferrarse a la memoria sobre cualquier recuerdo. Y creemos que el paso de los días va a opacar el sufrimiento hasta que se pierdan por completo, pero no es así. Esas palabras parecen esconderse tras un esperado olvido, aguardando el momento para volver a lastimarnos.
En ocasiones nos golpean tantas veces, que no logramos encontrar consuelo ni justicia. Nos preguntamos porqué tanto dolor, porqué tanta agonía. Deseamos que el tiempo se detenga solo para nosotros, dejarnos caer en un sueño eterno. Pero nuestras lágrimas no nos permiten el reposo del alma.
Algunas palabras duelen tanto que logran aferrarse a la memoria sobre cualquier recuerdo. Y creemos que el paso de los días va a opacar el sufrimiento hasta que se pierdan por completo, pero no es así. Esas palabras parecen esconderse tras un esperado olvido, aguardando el momento para volver a lastimarnos.
En ocasiones nos golpean tantas veces, que no logramos encontrar consuelo ni justicia. Nos preguntamos porqué tanto dolor, porqué tanta agonía. Deseamos que el tiempo se detenga solo para nosotros, dejarnos caer en un sueño eterno. Pero nuestras lágrimas no nos permiten el reposo del alma.